Hace ya unos meses que los anuncios de AdWords de la parte de la derecha de los SERP (Search Engine Results Page) desaparecieron definitivamente. Cuando Google anunció esta medida fueron muchos los rumores, opiniones y profecías que opinaban acerca de las consecuencias. Hoy en día podemos valorar algunas de ellas.

Para ponernos en contexto, hasta febrero de 2016 los AdWords de Google para una búsqueda podían aparecer en 3 tipos de posiciones. Los de la parte central-superior (los 3 primeros anunciantes), los de la parte lateral a la derecha (hasta 8 anunciantes) y los de la parte central-inferior (hasta 3 anunciantes). O sea, hasta un total de 14 anunciantes.

Google, que es un chico muy listo y siempre va buscando la relevancia de sus resultados para el usuario, detectó que los mayores CTR, y por tanto el mayor interés para el usuario, los aglutinaba los resultados superiores y que los anunciantes de la parte lateral derecha e inferiores apenas generaban clicks e interés al internauta. Por tanto, dichos anunciantes no generaban valor. Primera razón para eliminarlos.

Pero Google también es una empresa que quiere monetizar su modelo de negocio. ¿Por qué eliminar anunciantes que generan ingresos? Google detectó que los anunciantes superiores (los 3 primeros) generaban casi la inmensa mayoría de los clicks (hasta el 76 %) y por tanto la mayoría de los ingresos (costes para los anunciantes). Llegar a prescindir de esos anunciantes apenas iba a suponerle impacto económico. Por lo tanto, se lo podía permitir. Segunda razón para eliminar dichos anunciantes.

Además, Google, consciente de lo importante que es su buscador como origen de tráfico para la inmensa mayoría de las páginas webs, creyó que con esta nueva menor disponibilidad de espacios los anunciantes estarían dispuestos a pagar más por estos. Y que, en términos generales, los ingresos extras que les vendrían de esos anunciantes Top podrían llegar a ser superiores a los ingresos perdidos por los anunciantes que iban a dejar de aparecer.

Conclusión final: mejor experiencia para el usuario y más ingresos para Google. No hay más que hablar.

Pero ¿qué conclusiones sacamos de esto para las webs que quieren aparecer en Google?

Ligero incremento de los costes de AdWords. Como hemos dicho anteriormente, es evidente que el coste de la aparición mediante AdWords en Google se ha encarecido y ahora cuesta más que antes ser visible y generar clicks. Si no tocásemos los CPCs ante este cambio seguramente a día de hoy nuestras posiciones hubiesen descendido drásticamente así como nuestras impresiones y clicks. Por lo tanto, hemos tenido que incrementar ligeramente nuestros CPCs para seguir generando clicks. Pero un estudio de WordStream indica que el coste de aparecer en esas posiciones Top tampoco se ha incrementado de forma muy notable. Y en algunos casos ha descendido, seguramente por la retirada de anunciantes.

Especialización y mejor selección de nuestras KeyWords. Como consecuencia de lo anterior podemos decir que ya no disponemos de tanta inversión para tener la misma cobertura que antes en cuestión de palabras claves y que debemos mejorar y optimizar la elección de dichas keywords a fin de rentabilizar nuestra aparición. Dicho de otra manera: debemos virar hacia la elección de palabras long tail mucho más específicas, que nos definan mucho más, donde los anunciantes sean menores y nuestra posibilidad de aparición top y relevancia mayor.

SEO. ¿Cómo queda? Es indudable que el SEO ha salido un poco perjudicado ya que los resultados SEO en los SERP se desplazan cada vez más abajo. Al copar más espacio los AdWords los resultados SEO pierden visibilidad. Pero eso también nos indica que, lejos de abandonar el SEO (¡Dios nos libre!), debemos replantearlo y adaptarlo a la nueva situación. Debemos depurarlo más y, como en la nueva estrategia SEM, centrarlo más en palabras long tail que nos permitan posicionarnos para palabras mucho más específicas, y seguramente con menos tráfico, pero sin duda alguna con la posibilidad de un mejor posicionamiento y un tráfico de más calidad.

En resumen: esta nueva medida de Google ha traído más ingresos a Google (como siempre), más relevancia al usuario (como casi siempre) y obliga a los players del mercado y a sus estrategias de aparición a adaptarse a esta nueva situación (como siempre, siempre, siempre). Está claro que el SEO y SEM no son tareas estáticas, que hechas una vez, hechas para siempre y que perdurarán por los siglos de los siglos. Sentimos decirte que no es así. Son disciplinas siempre cambiantes, siempre con novedades y que requieren una gestión dinámica, un tiempo de dedicación y, desde luego, un conocimiento técnico especializado para poder digerirlas correctamente y sacar partido a nuestra presencia online. Si tienes alguna duda y quieres subirte al carro, cuenta con nosotros. Somos especialistas en SEO y SEM.

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